Un Refugiado es también alguien que huye de la violencia doméstica

18.11.2014 17:20

Por Martin Montiel

 

Un refugiado, según la Academia española de la lengua, es una persona que, a consecuencia de guerras, revoluciones o persecuciones políticas, se ve obligada a buscar refugio fuera de su país. El cineasta argentino Diego Lerman a través su película Refugiado extiende el concepto hacia un horizonte urbano y doméstico.

Julieta Diaz y Sebastián Molinaro - personajes de Refugiado de Diego Lerman

Diego Lerman, nos ofrece así una definición alternativa, describiéndola como a una persona "que necesita irse con urgencia" para escapar a la violencia, la agresión el dolor o la muerte.

Presentada el sábado 15 de noviembre durante la ceremonia de apertura de la Décimo sexta edición del Festival de cine FILMAR en América Latina, en el Auditorio Arditi de la ciudad de Ginebra, Refugiado es la película más reciente de este joven talento sudamericano. En ella nos muestra a Mathías un niño de 7 años, tan inocente como su mirada quien se ve forzado a abandonar sus juguetes, su casa y su mundo infantil e imaginario, para buscar un refugio sin tener la menor idea de las razones que lo empujan a él y su madre a hacerlo.

Sobre todo porque la causa principal es la agresión ejercida por su padre, quien luego de haber maltratado a la madre de Mathías la deja abandonada a su suerte, consciente quizás y únicamente del peligro al que se someterían ella y su hijo, si continuaran viviendo bajo el mismo techo que su compañero.

Es una película trascendente por varias razones: si retenemos dos de ellas, la primera sería porque en pleno siglo 21, cuando la violencia doméstica parece institucionalizarse de manera global, un cineasta joven haya decidido apropiarse de esta problemática. Esto a sabiendas que probablemente estaba tratando un tema "que no vende" porque nos hemos venido acostumbrando a las películas de acción en donde tristemente "si no hay muerto no es buena".

La segunda, es porque el largometraje habla violencia, sin necesidad de mostrar detalles de la barbarie que esta representa. A lo largo de la película no se ven golpes ni se escuchan gritos, signos típicos de la agresividad, a excepción de la escena en que aparece la madre desfallecida en el piso de su apartamento.

El respeto a la inteligencia del espectador es evidente, en comparación con las grandes producciones hollywoodenses en donde el espectador abandona las salas oscuras con un sabor a sangre en la boca y quizás con intenciones de personificar a los antihéroes.

El filme de Lerman nos muestra así una de las calamidades más terribles de nuestro siglo, la violencia doméstica, esa que pesar de autoproclamarnos civilizados constituye una de las principales causas de muerte de mujeres y niños más frecuentes en todo el mundo.

Argentina no es la excepción

En los primeros nueve meses del año 2007, y según reportes de la sede argentina de Amnistía Internacional, la Dirección General de la Mujer del Gobiernode Buenos Aires, indicó haber recibido casi ocho mil llamadas por casos de violencia intrafamiliar. De igual forma, fueron señaladas más de dieciocho mil denuncias por las mismas razones.

Al respecto, el director de Refugiado nos comentó que esa película es un proyecto que llegó hacia él de la manera menos esperada. Él cuenta que la idea surgió el día que pasaba por una escuela en la que percibió el cuerpo de una mujer a quien su ex marido acababa de asestar varios disparos. El homicida, quien llegó disfrazado la había perseguido hasta la escuela de sus hijos, esperando que los dejara para luego cometer el acto criminal.

A nuestra pregunta de cuál es su visión de la violencia doméstica, particularmente en su país, Lerman nos respondió que "Argentina no está exenta de este tipo de desastre y que el problema es tremendo", agregando que todo parece indicar que en las sociedades occidentales ese problema persiste independientemente del nivel sociocultural de los individuos.

En el año 2007, con relación al tema de la violencia en Argentina, Amnistía Internacional concibió un Plan de Acción de 14 puntos, denominado Violencia doméstica un problema de Estado. El plan destaca varios aspectos relacionados elaboración y la difusión de información relacionada con el tema, la creación de herramientas jurídicas para castigar a los promotores de la violencia y la abolición de cualquier forma de discriminación contra las mujeres.

 

El plan fue presentado a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien fue urgida a tomar cartas en el asunto, teniendo en cuenta que la violencia contra las mujeres en Argentina es una acción cotidiana que atenta contra los derechos humanos fundamentales.

Interpelado sobre las posibles reacciones que su largometraje Refugiado podría generar en los espectadores, apuntó que el problema de la violencia doméstica es muy complejo, destacando que para poder encontrar una solución "es necesario unir esfuerzos tanto a nivel de la población que de las altas autoridades el país" como para afirmar que solamente así se podrá avanzar en una dirección más positiva y acorde con nuestro concepto de civilización.

 

Refugiado es también una película con fondo autobiográfico. Según afirmaciones brindadas por Diego Lerman, en su niñez el cineasta conoció las dificultades que atraviesan las personas en busca de refugio. El y su familia tuvieron que hacerlo a causa de la dictadura en su país, tomando al igual que sus personajes Mathías y Laura, caminos inciertos y rutas desconocidas.

El largometraje de este cineasta, considerado como parte de la nueva ola de talentos del cine argentino, formó parte de la selección oficial de la Quinzaine de Réalisateurs de la Sociedad de Directores de Cine de Cannes del 2014.